La luna llora porque está sola,
cuando esté plena en el cielo de estrellas
miralá porque sale con ellas.
Y al mirarla notarás que sonríe para ti,
porque una estrella la haces sentir.
Quiere ser estrella como las demás
pero no sabe parpadear.
La luna llora y no entiende,
que por su blanca luz el mar la implora,
la luna llora,
la luna llora,
la luna llora porque se siente sola.
Cuando el día llegue antes de que el sol caliente,
mandale un beso así de repente
y al besarla notarás que dejará de llorar,
pero sólo si la quieres de verdad.
Despidete entonces de la luna bella para que pronto vuelva,
gritando a las estrellas que la especial es ella.
Cuento "plenilunio" de Cristina Labad, 1999