40 estaciones.
Reunidos los de siempre después de un tiempo exacto y anclados de nuevo en torno a una tabla de manjares exquisitos, caldos y jarras espumosas, festejamos 40 estaciones de dulzura, júbilo y amistad.
Disuadimos como siempre al aburrimiento mirando hacia un lado y otro dejando escapar guiños fugaces.
Brindamos mil veces por el amor y nos dispersamos en el ambiente con tintineos y movimientos acompasados.
Reíamos y compartíamos sin hablar en exceso, sólo en la madrugada nos atrevimos a divagar profundamente con palabras etéreas.
Pero pronto nos retiramos en silencio, descalzos y embriagados hacia las calles empedradas.
Microrelato Cristina Labad para mi dulce amiga Marta B.